Mis novelas editadas

viernes, 16 de julio de 2010

Arreglo familiar. I


María se levanta. Aún no es de día cuando pone el pie en el suelo, que está frío y polvoriento, pero el gallo ha cantado, así que el sol ya está medio espabilado. Es mejor no llegar tarde al amanecer o el retraso acabará echándole delante antes del medio día.
Está helada, que no es mal remedio para despegar los ojos, vierte agua en el zafero, y puñados a la cara. Ya no se puede estar más despierta. Ahora duerme sola, desde que Rosario se casó, y ya va para tres años. Entre el hermano que murió en la guerra civil, la hermana que casó y la que se llevó las fiebres de Malta, se ha multiplicado el espacio y el trabajo. A las otras tres hermanas ni las echa de menos ya, porque también casaron hace años, con mozuelos de pueblos vecinos, y apenas si las ve en las fiestas de la Virgen. Menos mal que también se han reducido las camas, y con ellas, las sábanas que lavar en el canal, porque aún no termina de llegar el invierno y tiene las manos picadas de mezclar la sosa con la manteca, y sacar ese jabón que maldice cada vez que viene de lavar. “Por mucho cuidado que tenga, madre, la sosa me come las manos, si no lo hace a la ida, lo hace a la venida”. Y así es, si no se quema mezclándola, termina por quemarle la piel lavando.
Menos sábanas, sí, pero no muchos menos animales. Están las gallinas, con el corral aguado cada vez que llueve, porque no hay hombre que repare ese techo en condiciones, desde que su padre se partió la espalda cargando monte. Y hay que tenerlo seco, o las gallinas acaban baldadas. El cuñado José, el marido de Rosario, promete que vendrá a arreglarlo, pero es un mal trabaja, y se entretiene más en la taberna que en el campo. Cuando llega le calienta el cuerpo a los hijos con el cinturón, y a la mujer, si se pone en medio. Un mal trabaja, mal ojo tuvo su padre al buscarle aquel partido. Tal vez ella tenga más suerte con el ojo de su madre, quien no tardará en buscarle novio, porque ya está en los dieciocho y el arroz empieza a hervirle. Eso si no pasa lo que las vecinas le chismorrean, que al estar su padre malo, la dejarán soltera para ayudar a su madre a cuidarlo.
...
Gracias por su tiempo.

2 comentarios:

  1. Esto parece una historia de estas que se van saboreando de poquito en poco. Por lo pronto la ambientación me gusta y ansío leer el siguiente capítulo.

    Saludos

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  2. Muy en la línea de la historia de la Adra profunda de los 50-60. Me recuerda situaciones que flotaban en el aire desde años durante mi niñez.
    Pero al final son situaciones de vidas cotidianas que lo mismo se dan en Bollullos par del Condado que en Wisconsin (Alabama).

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