Mis novelas editadas

domingo, 30 de mayo de 2010

Culpable V

Avión, sí, había dicho avión. Le llevaban lejos, sin duda. Y no podía llevarse el teléfono. ¿Cómo iba a comunicarse con quienes pudieran ayudarle? Le secuestraban en su propio domicilio, en medio de la noche, le acusaban de haberle cortado las piernas a una persona que le había sido ajena hasta el preciso instante de entrar por la puerta de su casa. Se lo llevaban, le habían cogido por debajo de los brazos; no le habían esposado, pero le habían vestido y se lo llevaban por las axilas. Entraría en colapso de un momento a otro, podía sentir cómo su corazón amenazaba con dejar de funcionar en cualquier momento, cómo golpeaba su caja torácica intentando quitarse la vida, quitarle la vida.

Despertó cuando el avión tomaba tierra, en una especie de páramo muerto toscamente allanado, y ocupado por militares. Sin duda, había sido sedado de algún modo. Era un avión de carga el que les había llevado hasta allí. Unos cuantos asientos y varios sacos de algo al fondo. Nada más pisar tierra vomitó. Nadie se sorprendió de ello, se hacían cargo de que la situación era irregular, así que ni mudaron el gesto. Tampoco hicieron nada por aligerarle el trance. Esperaron sin más. Luego subieron todos a un jeep militar, y atravesaron la agreste llanura que era el aeropuerto.

- ¿Dónde estamos?

- En África.

- ¿Podría concretar más?

El hombre de gris oscuro se encogió de hombros con desgana.

- ¿Para qué?

1 comentario:

  1. ya me he puesto al día con lo del culpable... es que he tenido unos días un pelín liados, pero tú ya sabes que te leo, moza.

    A ver en qué termina esto que se va poniendo tenso por momentos.

    Saludos

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