Mis novelas editadas

jueves, 20 de mayo de 2010

El vestidor opaco

Hoy miraba yo la apariencia sosegada del señor Camps. Su sonrisa Binaca, su tez morena carente de brillos, la proporción de sus medidas. A mí también me dan ganas de regalarle un traje (los luce bien el bendito), con independencia de actuación pública del susodicho por motivo de tal regalo, que sería lo malo del caso. Por lo demás, queden tranquilos, le pueden llenar el armario a quien les plazca. O no, porque aún no habiendo actuación pública en el momento del regalo, es posible presumir intencionalidad de meter en “nómina” al cargo público en cuestión. A ver qué hacen con sus regalos de Navidad. Cuanto más escribo más me parezco a ellos, así que cambiemos ligeramente el tercio.

He leído la noticia detenidamente en prensa digital. Me pierdo. Al parecer… las investigaciones apuntan a que las prendas se entregaron de forma repetida y con aparente (ojo a la palabreja) opacidad. Opacidad. ¿Afán de ocultación? ¿Sólo a mí me resulta extraña esa palabra ahí en medio? Claro que si sigo leyendo la cosa se complica entre cohechos, causalidades de actuaciones públicas y demás gaitas. Qué les voy a contar, el jurídico es un idioma en sí, lo de la jerga habrá que dejarlo para los toros. Aunque ya podían traducirlo en prensa para los que no vamos a tomarnos el bocata a las audiencias públicas.

Retomando un día más mi tema favorito: la muerte negra. La fuga deja escapar no sé cuántos miles de barriles de crudo diarios, a más de uno le estarán cayendo lágrimas vivas al traducirlos a dólares perdidos. Ni se saben los daños, ni habrá quien los calcule, estando la fuga donde está. Y para qué, ojos que no ven… A los peces se les va a poner bien morena la barriguita este verano.

Gracias por tiempo.

2 comentarios:

  1. Querida Carmina:
    Nos queda mucho que aprender de nuestros vecinos anglosajones; esto de ver a nuestros politicos enjugandose ese liquido oscuro que parece mierda, sin que haya reaccion alguna de la ciudadania excepto la complicidad, me provoca un impulso de evasion familiar,vamos coger las maletas y salir pitando de este pais. Hay que aplicar el dicho ese "las mujer del Cesar no solo debe no ser puta, sino que debe aparentar no serlo" (desde un teclado anglosajon,sin acentos ni e'ne,)

    ResponderEliminar
  2. A uno le queda ese regustillo amargo de saber que a la postre se demostrará que realmente solo recibió chaqueta entallada azul marino con corbata a juego, chaleco a rayas y calzoncillo tipo boxer (calzoncillo de patilla de toda la vida de Dios). Que lamentablemente el jurídico no es solo un idioma sino todo un universo en el que solo se le da trámite a todo lo que pueda ser probado más allá de toda duda razonable. Que si los miles de trajes no vienen debidamente acompañados de factura valorada, apostilla de LaHaya y certificado pontificio, no contarán para la dama de los ojos tapados y la balanza en perpetuo...equilibrio??

    Yo propongo para los amantes de la Termomix (ains... qué trabajico me cuesta llamarla así a estas alturas!), una receta que venga a llamarse "pescaito en su chapapote", que a lo mejor así se nos olvida el desastre ecológico.

    Saludos

    ResponderEliminar