Mis novelas editadas

domingo, 16 de mayo de 2010

Oportunismo a la carta

De las muchas maldiciones que he conseguido echarme a los hombros a lo largo de mi improductiva vida, ésta de verme las noticias me temo que va a ser de las más pesadas. Pongo mi canal para verlas, dejé ayer el día en claro, porque me dio la gana, como ya dije, y me encuentro que se debate en el mismo punto lo que ya se debatió… en ese mismo punto.

A Bambi, señores, se le atragantan las palabras, se le nota al hombre que le cuesta. Pero ahí están los otros, al acecho, tan oportunos, exigiendo que seamos todos quienes decidamos, retrasando el retraso, ralentizando esta carrera europea de caracoles en “a ver quién se arruina antes o consigue una huelga general primero”.

Cuando la pobreza entra por la puerta… ya saben, el amor salta por al ventana, si tiene a dónde ir, porque tal y como está la economía, el amor, si se acerca a la ventana… se queda en el alféizar.

Ganas de bromear no me faltan, como ven, costumbre mala o buena que arrastro desde niña, borracha como estaba siempre de risas de mi madre. Igual que al aficionado no le faltan de ver el partido de turno, llueva o truene. Creo que lo llaman “pasión”.

Ahí queda eso.

Gracias por su tiempo.

1 comentario:

  1. Si el amor dice de salir por la ventana y desde el alfeizar se da la vuelta ya trae una careta distinta, eso seguro. Además será una careta tan grotesca que se le verán todas las grietas y se sabrá, de todas todas, que ya no es amor lo que hay debajo.

    Cuando el amor se llega hasta el alfeizar por culpa de la falta de filetes en la nevera, lo mejor es darle una amable patada en el culo y que busque nuevos aires... y todo el mundo contento.

    Y el pueblo siempre ha necesitado opios. Que mira que contenta está la familia culé a costa de las caras largas de los merengues...

    Saludos

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